jueves, 19 de mayo de 2011
Victor Garcia Hoz
Nacido en 1911 en Campillo de Aranda (Burgos), la suya iba a ser una vida dedicada por entero a la educación. Empezó ejerciendo la docencia como maestro rural. Más tarde sería director de la Escuela Aneja a la Normal de Maestros de Madrid y profesor de la Escuela de Estudios Penitenciarios.
En 1940 defendió su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid, convirtiéndose en el primer Doctor en Filosofía y Letras, Sección de Pedagogía, de la universidad española. En 1944 ocupó la cátedra de Pedagogía Experimental y Diferencial en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid. Más tarde fue Director del Instituto de Pedagogía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, hasta 1981.
Fue fundador y presidente de honor de la Sociedad Española de Pedagogía, así como director de su revista, Bordón. También fue Presidente del Seminario Permanente de Educación Personalizada, y formó parte del Consejo de Administración de la empresa educativa Fomento de Centros de Enseñanza desde su constitución (1963), y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
Víctor García Hoz está considerado una de las figuras más relevantes de la pedagogía española contemporánea.[1] Su personalidad y obra pedagógica adquirieron relieve internacional, al ser pionero de un movimiento pedagógico renovador que, basado en el concepto de la ‘educación personalizada’, se desarrolló a partir de la década de los sesenta. En torno a este punto se centraron la mayoría de sus investigaciones, conformando así un cuerpo de conocimientos y estudios de obligada referencia. Ideó diversos modelos teórico-prácticos y extendió sus experiencias a diferentes ámbitos sociales, instituciones y niveles educativos.
También realizó valiosas aportaciones en lo que se refiere al uso del método experimental en la solución de problemas educativos, y a la sistematización de los saberes pedagógicos. Debido al gran número de investigaciones científicas que tuteló, extendió su magisterio a un nutrido grupo de profesores seguidores de su escuela y original estilo de hacer.
Publicó cerca de medio centenar de libros, muchos de ellos traducidos a otros idiomas. Su obra más importante es el Tratado de educación personalizada (terminada en 1997), dividida en treinta y tres volúmenes y realizada en colaboración con profesores europeos y americanos.
En 1940 defendió su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid, convirtiéndose en el primer Doctor en Filosofía y Letras, Sección de Pedagogía, de la universidad española. En 1944 ocupó la cátedra de Pedagogía Experimental y Diferencial en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid. Más tarde fue Director del Instituto de Pedagogía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, hasta 1981.
Fue fundador y presidente de honor de la Sociedad Española de Pedagogía, así como director de su revista, Bordón. También fue Presidente del Seminario Permanente de Educación Personalizada, y formó parte del Consejo de Administración de la empresa educativa Fomento de Centros de Enseñanza desde su constitución (1963), y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
Víctor García Hoz está considerado una de las figuras más relevantes de la pedagogía española contemporánea.[1] Su personalidad y obra pedagógica adquirieron relieve internacional, al ser pionero de un movimiento pedagógico renovador que, basado en el concepto de la ‘educación personalizada’, se desarrolló a partir de la década de los sesenta. En torno a este punto se centraron la mayoría de sus investigaciones, conformando así un cuerpo de conocimientos y estudios de obligada referencia. Ideó diversos modelos teórico-prácticos y extendió sus experiencias a diferentes ámbitos sociales, instituciones y niveles educativos.
También realizó valiosas aportaciones en lo que se refiere al uso del método experimental en la solución de problemas educativos, y a la sistematización de los saberes pedagógicos. Debido al gran número de investigaciones científicas que tuteló, extendió su magisterio a un nutrido grupo de profesores seguidores de su escuela y original estilo de hacer.
Publicó cerca de medio centenar de libros, muchos de ellos traducidos a otros idiomas. Su obra más importante es el Tratado de educación personalizada (terminada en 1997), dividida en treinta y tres volúmenes y realizada en colaboración con profesores europeos y americanos.
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